lunes, septiembre 11, 2006

A cinco años del cambio global


Después de los sangrientos y brutales ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 el mundo cambió de forma abrupta para toda la aldea global, se cumplió el dicho que dice que "el mundo es un pañuelo". En cuestión de horas, quizás segundos, todos nos enteramos de lo que había pasado, durante días la capacidad de conmoción y sensibilidad de todos los habitantes de la Tierra se puso a prueba, y la pasó; la solidaridad se hizo sentir en poco tiempo. Tres semanas más tarde, Estados Unidos, el agraviado, respondió contra el terrorismo, el agraviante, alineándose con otras súper-potencias mundiales para exterminar esa plaga que afectó directamente el orgullo de Norteamérica. Aún sigue en curso esa lucha y como principal victoria está la toma de Kabul en Afganistán, importante refugio del presunto implicado en la tragedia, Osama Bin Laden y su grupo terrorista Al Qaeda respaldados por el grupo Talibán.
Esto significó un cambio para la vida de millones de estadounidenses que ahora temen por su seguridad, que ya no se sienten seguros en su nación, a otros le dio un giro su vida al perder a seres queridos en esos atentados, algunos perdieron sus puestos de trabajo o en el peor de los casos perdieron todo al morir. También le cambió la vida a los islámicos porque hay quienes le achacan la culpa de los ataques aunque estos ni apoyen la causa de los combatientes talibanes. Para los terroristas también significó un vuelco pues ahora tienen que estar dispuestos a morir por sus ideales. Pero a los que más afectada su vida vieron fueron los habitantes de Kabul, que tras la incursión de la Alianza del Norte, opositor de los Talibanes, sus perspectivas ya no son las mismas: las mujeres ya no están obligadas a relegarse a un segundo plano, ya cuentan con educación y derechos iguales a los hombres, ya no más los largos ropajes ni las prendas que le cubrían su rostro denigrándolas; los hombres no tiene porque usar sus barbas si no lo desean, los niños podrán sonreír libremente, de ahora en adelante está permitida la alegría, la música, la televisión, el cine, las fotografías, en resumen la libertad de ser felices está permitida de nuevo ,no más régimen Talibán.
Pero a nosotros, los que estamos del otro lado del mundo, los que no vimos ni vemos los acontecimientos en vivo y directo ¿cambiamos en algo? ¿Seguimos observando cómo el mundo y sus deseos pasan sin que hagamos algo verdaderamente significativo? , si hacemos un balance de nuestra vida antes del 11 de septiembre y después de esa fecha ¿seguimos iguales? Si el resultado es positivo estamos en graves problemas porque demostraremos nuestra tendencia natural al error , a olvidar la historia sin acordarnos de que esta se repite cíclicamente y que alguna vez podemos vernos involucrados en una situación igual a la que viven norteamericanos, talibanes, terroristas, afganos y todos los, ahora, implicados, pero si por el contrario la respuesta es negativa y si hemos cambiado para mejor, el balance será positivo, estaremos dando el primer paso para la creación de un nuevo mundo que permita acordarnos de los errores cometidos en el pasado y de las tragedias ocurridas para prevenir y no lamentarnos otra vez.